08 Ene Diferentes Perspectivas ¿Cuál es la Ruta?
A raíz de la crisis que vivimos los hondureños producto de la incertidumbre que nos generó y sigue generando el proceso electoral recién pasado, y la misma crisis política/reeleccionista que hemos venido arrastrando durante la última década, es normal que, en nuestro diario vivir, discutamos y dialoguemos alrededor de estos temas, y en esa discusión vamos identificando diferentes perspectivas y posiciones.
En lo que concierne a los diálogos y discusiones en que he participado, logro identificar claramente tres (3) posiciones de voto no partidario (aquel no identificado con un Partido Político) que resumo a continuación:
- Por un lado, están los anti Manuel Zelaya Rosales (MEL), pues consideran que éste representa el retraso y el caos, y en consecuencia, prefirieron apoyar la reelección de Juan Orlando Hernández (JOH).
- Por otro lado, están los anti JOH, que en su gran mayoría apoyaron a la Alianza de la Oposición contra la Dictadura (cuya coordinación recae en Manuel Zelaya Rosales), pues consideran que la Alianza representa la verdadera oposición, que la reelección de JOH es ilegal, y que esté pretende instaurar su propio sistema autoritario y dictatorial cuando, por el contrario, es la Alianza la que desea fortalecer la institucionalidad, combatir la corrupción y generar desarrollo para el país.
- Por último, y en una menor medida, están los que no quieren ni a JOH, ni a MEL.
Las posiciones antes indicadas reflejan lo que ha sido un comportamiento usual en los procesos eleccionarios, el hondureño no vota a favor, sino en contra. En su gran mayoría, los anti JOH votaron por la Alianza, los anti MEL votaron por JOH y los anti MEL y anti JOH votaron por Luis Zelaya. En otras palabras, los hondureños valoramos los anticuerpos y debilidades de un candidato y votamos en contra, en vez de valorar las fortalezas y virtudes de un candidato y votar a favor.
A el comportamiento de voto antes indicado, le sumo también el alto grado de abstencionismo que se dio en el pasado proceso electoral. ¿Sabían ustedes que con la realidad de los datos en la mano en las elecciones del pasado 26 de noviembre de 2017, el verdadero ganador fueron los que no optaron por el voto? La abstención fue del 42.8%, lo que supone que más de 2.5 millones de hondureños han perdido la esperanza en la clase política y optan por no salir a votar.
La ruta de los hondureños en este proceso electoral fue el abstencionismo, y el salir a votar en contra.
Pero realmente, ¿cuál debería ser la ruta?
Con tantos problemas que tenemos como país, y que ocupan de una constante y persistente atención por parte de los gobernantes, es mi parecer que la ruta de los hondureños debe estar marcada por dos pasos necesarios:
- Los hondureños debemos darle la atención necesaria a los procesos electorales, pues estos definen el futuro de nuestro país. Los hondureños debemos siempre asistir masivamente a elegir nuestras autoridades, pues solo una votación masiva evita el fraude y la manipulación y permite que se respete la voluntad de la mayoría.
- En todo proceso electoral, los hondureños debemos concentrarnos en votar en pro de renovar la clase política que nos gobierna, y apostarle a líderes que sean capaces, y que de forma entregada estén dispuestos a trabajar de forma persistente y detallista para resolver los problemas que nos aquejan para que el país avance por la ruta del desarrollo y de esa forma se mejore la calidad de vida de los hondureños.
Los hondureños debemos entender que la apatía a los procesos electorales no producirá ningún cambio favorable para el país y para nuestro futuro, sino que más bien estimulará aún más una clase política que continuará sobrepasando los límites de su autoridad y derecho, pues nuestra actitud les indica que cada vez “nos importa menos quien gobierna y de qué forma gobierna”.
Dejo estos pequeños párrafos para que cada quien reflexione alrededor del país que tenemos y el país que queremos, para que así cada quien decida tomar acción alrededor de cuál debería ser la ruta de los hondureños.
Oscar Melara, abogado y notario hondureño.